CESE info: ¿Cómo fue el incidente que condujo a su arresto y posterior encarcelamiento?
Boško Savković: El 4 de junio de 2023, se organizó una enorme manifestación en Belgrado en respuesta a dos masacres que se cobraron la vida de dieciocho personas, la mitad de ellos menores. La gente cree que la manifestación fue de corte político, pero no solo fue pacífica, sino que fue una de las mayores concentraciones en las calles jamás vistas en la capital. Los manifestantes exigieron la sustitución del ministro responsable de la policía y de los miembros del organismo regulador de la autoridad nacional de reglamentación de los medios de comunicación electrónicos.
Yo llevaba una pancarta que de un lado decía «PINK STINK» (PINK es el principal grupo mediático progubernamental de Serbia) y del otro «Los buitres y las hienas marchan juntos por una Serbia segura», en alusión al eslogan «buitres y hienas en pro de la seguridad» utilizado en el Parlamento por algunos miembros del Gobierno. Alguien se acercó y ató a la pancarta una marioneta que parecía el Sr. Vučić colgado de una horca. La marioneta se retiró rápidamente pero ya se habían compartido fotografías en las redes sociales que se hicieron virales.
Aunque no salgo en ninguna de las imágenes, se me acusó de este acto y de haber atentado contra el orden constitucional en Serbia, lo que conlleva una pena de cárcel de unos treinta años. Vinieron cuatro agentes a mi casa para arrestarme. Pregunté «¿por qué cuatro?», a lo que respondieron «dos para ti y dos para la marioneta». Pero no encontraron ni la pancarta, que había dejado en el coche de mi amigo, ni la marioneta.
Su detención movilizó a un gran número de personas en Serbia y en Bruselas. Dado que usted es copresidente del Comité Consultivo Mixto UE-Serbia del CESE, este exigió su liberación inmediata en un tuit que fue objeto de 27 000 visualizaciones. ¿Qué puede decirnos al respecto?
En ese momento estaba en la cárcel, no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Lo único que sé es que mi esposa llamó al vicepresidente del CESE, Sr. Plosceanu, y el CESE respondió inmediatamente, al igual que los medios de comunicación, la sociedad civil y las ONG de mi país. Soy una persona conocida en Serbia y la ciudadanía reaccionó en masa organizando manifestaciones fuera del Palacio de Justicia. Pero en ese momento yo no era consciente de nada. Cuando me condenaron a treinta días de prisión me puse a pensar en todo lo que me podía ocurrir y en los años que podía pasar encarcelado. En semejante situación es difícil razonar, aunque intenté aprovechar mi formación como abogado para pensar racionalmente.
Creo que la gente comprendió que yo no era culpable, gracias a la presión de las instituciones de la UE, las ONG y la ciudadanía, así que hablaron con las autoridades serbias y el resultado fue un acuerdo de reconocimiento previo de culpabilidad que debía firmar con la Fiscalía a cambio de una condena condicional de seis meses, junto con una admisión general de culpabilidad por mi parte.
No soy ningún Che Guevara, solo soy uno de los ciudadanos que salió a la calle para exigir un país seguro. Nada más. Soy escritor, periodista y cineasta. Pero nos encontramos en una situación en la que los miembros del Gobierno critican a los actores, las personas relacionadas con los medios de comunicación, los periodistas y otros ciudadanos, y todo el mundo está en la calle, porque están hartos de oír este discurso de odio en el Parlamento.
¿Cree que este incidente puede repercutir en la sociedad serbia?
Puede que sí, pero necesitamos unos medios de comunicación libres e independientes. En Belgrado, solo hay un puñado de medios de comunicación independientes. Fuera de la capital, en las ciudades más pequeñas, la gente no sabe qué está pasando. Se trata de una guerra de información contra las noticias falsas del Gobierno, que presenta una imagen totalmente distorsionada de las manifestaciones y las reivindicaciones de la ciudadanía.
¿Cree que estos acontecimientos le marcarán de por vida?
Quiero dejar atrás este incidente porque la cárcel no es lugar para gente decente. No quiero sentir miedo porque un momento de miedo puede acortar la vida. Pero el miedo es un instinto común a todas las personas. No soy un revolucionario, solo quiero tener derecho a decir lo que pienso. ¿Es mucho pedir? Se trata únicamente de algunos de los valores fundamentales de la Unión Europea, además del derecho a la justicia, la libertad de expresión y el derecho a pensar libremente.
¿Qué tipo de apoyo espera del Comité y de la UE?
Me conformo sencillamente con que sigan la situación en Serbia y vigilen los acontecimientos cada día. También es importante que las instituciones de la UE efectúen un seguimiento de los medios de comunicación y la actualidad de Serbia. Cualquier apoyo es útil para nosotros. Por ejemplo, dos periodistas se encuentran actualmente en prisión, por lo que ayudaría enviar mensajes políticos y diplomáticos a nuestro Gobierno. Yo estoy por Europa y por la vía europea para Serbia.
¿Qué más puede contarnos acerca de la situación de los medios de comunicación en Serbia?
Tenemos algunos medios independientes, pero no son suficientes y su cobertura es limitada en el país. También creo que no disponemos de suficientes medios de comunicación que estén dispuestos a promover la UE y esta es la razón por la cual la idea de Europa no goza de popularidad en Serbia. Arquímedes, el filósofo griego, dijo una vez, «dadme un punto de apoyo y moveré el mundo», y yo diría, «dadme un medio de comunicación durante dos meses y cambiaré el país». No hay duda de que Serbia cambiaría con unos medios de comunicación libres. Ahora contamos con algunos grupos que protegen a los periodistas, pero no debería ser necesario protegerlos como si fueran una especie en peligro de extinción.
¿Y la nueva generación de periodistas?
Hacen su trabajo con gran pasión y dedicación. Simplemente creen que la información imparcial y las noticias no partidistas son buenas para un país y su sociedad. Sé que rechazan ofertas de trabajo bien remunerado en canales de televisión, donde lo único que tienen que hacer es seguir la línea editorial. Pero hay cosas que el dinero no puede comprar, como la dignidad. Esta joven generación tiene dignidad. Se esfuerzan por labrarse una carrera profesional que les permita levantarse por la mañana y mirarse al espejo sin sentir vergüenza alguna.
¿Cómo ve el futuro de Serbia?
El futuro de Serbia está dentro de la UE. Mi hija tiene veintitrés años. Estoy seguro de que un día vivirá en la Unión Europea, pero no sé si puedo decir lo mismo de mí. No sé cuánto tiempo tardará Serbia en cumplir los criterios de la UE o si esta exigirá nuevas condiciones a Serbia. Pero creo que Serbia solo tiene un camino posible ante sí.
Hace veinte años estuve en Salónica, en una conferencia en la que los participantes aseguraron que necesitaban a Serbia en la UE porque es el único territorio que puede conectar los Balcanes Occidentales con la UE. Y es cierto, porque se puede viajar en barco, en tren o en avión y ahora hay una conexión a través de Bulgaria y Rumanía. Por lo tanto, el destino de los Balcanes Occidentales está estrechamente vinculado con el destino de Serbia. De algún modo, ningún otro país de la región podría formar parte de la UE de manera aislada
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