El Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha emplazado a la Comisión Europea y a los Estados miembros a que elaboren una nueva Estrategia europea sobre personas mayores que se aleje de la percepción actual de las personas mayores como una carga y un coste para la sociedad. En su lugar, dicha Estrategia debería aprovechar mejor el potencial social, económico e intelectual de estas personas, que a menudo se ignora.

A falta de una política integral sobre las personas mayores o el envejecimiento, se trataría de la primera Estrategia de la UE para proteger los derechos de las personas mayores y velar por su participación plena en la sociedad y en la economía.

La petición del CESE se formuló en un Dictamen aprobado en el pleno de julio, en el que se celebró un debate con la vicepresidenta y comisaria de Democracia y Demografía de la Comisión, Dubravka Šuica, y la presidenta de AGE Platform Europe, Heidrun Mollenkopf. El Dictamen había sido solicitado por la Presidencia española del Consejo de la UE.

La Estrategia ayudaría a desterrar las visiones edadistas que contribuyen a la discriminación de las personas mayores, algo que, junto con la discriminación por razón de género, sigue estando entre las formas más comunes de discriminación en la UE a pesar del rápido envejecimiento de Europa. Según las estimaciones de Eurostat, de aquí a 2050 el número de personas de la UE con una edad entre 75 y 84 años crecerá un 56,1 %, mientras que el de las personas entre 65 y 74 años crecerá un 16,6 %.

«El CESE hace un llamamiento claro e inequívoco a la Comisión para que elabore una Estrategia europea sobre personas mayores antes de que finalice su mandato actual. Considero que representa un punto de partida que tendrá efectos de gran alcance para la política social y demográfica europea», afirmó el ponente del Dictamen, Miguel Ángel Cabra de Luna.

La vicepresidenta de la Comisión, Dubravka Šuica, señaló: «Las personas mayores no son ni un gasto ni una carga; son un activo. No podemos considerar el cambio demográfico aisladamente: tenemos que observar cómo interactúa con megatendencias como las transiciones ecológica y digital».

«Las personas mayores no deberían considerarse meros beneficiarios de prestaciones sociales; son ciudadanos con los mismos derechos a una vida plena y sin discriminación que las personas de cualquier otra edad. Sus derechos deben garantizarse en todos los ámbitos de la vida», afirmó Heidrun Mollenkopf.

Además, las personas mayores poseen un notable poder adquisitivo; en muchos países su patrimonio conforma una proporción significativa de la riqueza. Se prevé que la economía plateada, a manos de los consumidores de más edad, registre un crecimiento sustancial de aquí a 2025, estimado en 5,7 billones de euros. Para aprovechar este potencial, la UE necesita estrategias eficaces que tengan en cuenta las dinámicas regionales y las oportunidades que ofrece dicha economía. (ll)