El Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha adoptado una posición firme en favor de la creación de una Unión Europea de la Salud, pidiendo a la UE y a los Estados miembros que respondan a las aspiraciones de la ciudadanía europea de hacer de la salud una prioridad.

Según una encuesta reciente, el 66 % de los europeos y europeas desearía que la UE tuviera más voz sobre cuestiones relacionadas con la salud y más de la mitad de los encuestados afirmaron que la salud pública debería ser una prioridad de gasto en el presupuesto de la UE.

En consecuencia, en un Dictamen aprobado en su pleno de abril, el CESE acogió muy favorablemente el paquete de la Comisión sobre una Unión Europea de la Salud, por considerar que constituye el punto de partida para el ejercicio del derecho a una salud de calidad para toda la población de la UE. De este modo, se garantizará la prestación de servicios sanitarios de buena calidad a toda la ciudadanía de la UE, independientemente de su situación social y económica o de su país o lugar de residencia, lo que no es el caso en la actualidad.

Aunque el paquete de la Comisión, presentado en noviembre, se centra en la mejora de la prevención y la gestión de las amenazas transfronterizas para la salud y las posibles pandemias futuras, el CESE lo describió como «una novedad importante» que debería servir para impulsar un cambio sistémico que vaya más allá de la mera gestión de crisis. 

Sobre la posición del CESE, Christa Schweng, presidenta del CESE, declaró: «Estas iniciativas son los primeros pasos hacia la auténtica Unión Europea de la Salud que necesitamos, en la que todos los Estados miembros de la UE trabajen juntos para mejorar la prevención, el tratamiento y la recuperación de las enfermedades. Una Unión de este tipo permitiría a los países de la UE estar preparados para afrontar y gestionar conjuntamente cualquier futura crisis sanitaria. Cualquier actuación en este ámbito también deberá tener en cuenta los puntos de vista de la sociedad civil y los interlocutores sociales quienes, durante la pandemia, han desempeñado un papel crucial en la protección y la promoción de los derechos».

El ponente, Ioannis Vardakastanis, afirmó: «Nuestro mensaje es sencillo: la ciudadanía de la UE considera que debe darse prioridad a la salud pública tanto a nivel nacional como de la UE, y tenemos que reforzar el papel de la Unión en este sentido». También reconoció que la pandemia ha puesto de relieve la necesidad de cambiar nuestro punto de vista sobre la asistencia sanitaria, que claramente no puede tratarse como una mercancía.

Como el CESE observa en su Dictamen, prestar especial atención a las condiciones de trabajo del personal sanitario, incluidos los salarios e incentivos para retener a los trabajadores en este sector, así como su salud y su seguridad, son fundamentales para el éxito de la futura Unión Europea de la Salud.

La Unión Europea de la Salud debería hacer hincapié en las enfermedades no transmisibles ya que la pandemia actual ha puesto de manifiesto la «relación perniciosa» existente entre enfermedades transmisibles y no transmisibles. También deberá prestarse atención a la salud mental. (ll)