La crisis sanitaria que hoy experimentamos no tiene parangón en la historia europea y mundial: está afectando gravemente a la raza humana en todos los rincones del planeta, confrontándonos con la naturaleza transitoria de nuestra vida. Un organismo microscópico nos ha atacado, y aunque todavía no somos capaces de derrotarlo, un día lo conseguiremos.

Por primera vez en los miles de años de nuestra historia, la raza humana se ve obligada a llevar a cabo muchas actividades humanas y sociales sin contacto físico, sin estar en el mismo lugar y sin una relación de contacto directo. Hemos tenido que aprender a vivir «en virtual», algo que cambiará profundamente, en un sentido antropológico, nuestra forma de ser como personas. El mundo está cambiando y, en consecuencia, nosotros también tenemos que cambiar: tenemos que aprender a utilizar herramientas digitales para conectarnos en reuniones de vídeo, tenemos que aprender a comunicarnos de una manera diferente, sin vernos físicamente en absoluto o, si lo hacemos, manteniendo el distanciamiento social; la movilidad también está cambiando y estamos experimentando nuevos medios de desplazamiento, como los patinetes eléctricos. Estos son solo algunos ejemplos de cómo el cambio se ha convertido en una parte importante de nuestras vidas.

El desafío de nuestra generación es abordar todos estos retos y encontrar soluciones.

Pero a pesar de todo, somos seres humanos, y podemos adaptarnos. Sabemos que esto es solo un paréntesis en nuestra larga historia y que, tarde o temprano, podremos volver a nuestra condición original de animales sociales.

En cierto modo, ha sido triste celebrar a distancia el pleno constitutivo del CESE para el nuevo mandato, sentimiento que probablemente compartirán muchos. Sin tener la oportunidad de reunirnos personalmente y conocer a los nuevos miembros, de compartir un café durante la pausa o una copa de vino después de un largo día de trabajo, simplemente no es lo mismo. Se trata, en efecto, de momentos e interacciones sociales importantes en nuestra vida laboral, esenciales si queremos conocernos e intercambiar puntos de vista con los colegas con los que tenemos que negociar y encontrar un consenso para poder emitir nuestros dictámenes.

Somos conscientes de que tenemos que posponer estas actividades por un tiempo más, pero tarde o temprano volveremos a ser seres humanos en todos los sentidos de la palabra.