European Economic
and Social Committee
El Estado de Derecho también tiene mucho que ver con la economía
El Estado de Derecho también tiene mucho que ver con la economía
La crisis del Estado de Derecho que atraviesa la UE se está agravando. Se ha politizado mucho y ha desencadenado litigios que socavan los cimientos mismos de la Unión Europea. Los aspectos políticos y jurídicos del debate sobre el Estado de Derecho están muy presentes en el discurso público, pero se sigue subestimando su faceta económica. En mi opinión es un error, ya que el Estado de Derecho influye mucho en la estabilidad social y económica.
El respeto por el Estado de Derecho estimula el crecimiento ya que atrae a los inversores, quienes valoran la protección, la seguridad y la transparencia. Los inversores también aprecian las condiciones estables que brindan los gobiernos justos y éticos, así como un poder judicial justo e independiente. Por consiguiente, el Estado de Derecho es esencial para las inversiones y el comercio.
Personalmente, estoy convencida de que el Estado de Derecho debería desempeñar un papel más destacado en el mercado único. No podemos lograr una competencia leal si en un número cada vez mayor de Estados miembros de la UE se aplican medidas discriminatorias (ya sea burocracia adicional o impuestos que solo gravan a los inversores extranjeros). Hay que proteger mejor determinados derechos, como por ejemplo el derecho de propiedad o la libertad de empresa.
La faceta económica del Estado de Derecho resulta especialmente visible en lo referente a la ampliación de la UE. Para los países candidatos y candidatos potenciales, la perspectiva de adhesión a la UE es el mayor incentivo posible para acometer reformas económicas y reforzar el Estado de Derecho. La UE debe dar ejemplo para que estos países se mantengan en la senda de la adhesión y sigan desarrollando sus democracias con arreglo al estilo europeo. Esto resulta especialmente importante ahora que otros países están redoblando esfuerzos para intentar aumentar su influencia, por ejemplo, en los Balcanes Occidentales.
Estas son solo algunas de las razones para reforzar el seguimiento de los aspectos económicos del Estado de Derecho. Tenemos que hacer mayor hincapié en la dimensión económica del Estado de Derecho. Es una tarea que nos incumbe realizar —en nombre del CESE— durante nuestras misiones de investigación en curso sobre el Estado de Derecho. Personalmente, animo encarecidamente a la Comisión Europea a incluir un capítulo aparte en su Informe sobre el Estado de Derecho en 2022 centrado en la dimensión económica. Esta cuestión merece ciertamente una reflexión y un compromiso a largo plazo.
Christa Schweng
presidenta del CESE