Hace varios años que el CESE está en primera línea a la hora de impulsar una política alimentaria integral para la UE, con el fin de proporcionar dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles, que vinculen la agricultura con la nutrición y los servicios de los ecosistemas y que garanticen que las cadenas de suministro protejan la salud pública de toda la sociedad europea.

A juicio del Comité, estos objetivos no se ven suficientemente reflejados en la estrategia «de la granja a la mesa» propuesta.

Una de las herramientas más importantes para llevar a cabo la estrategia es el presupuesto de la política agrícola común (PAC), ya que representa alrededor del 40 % del gasto total de la UE. Por consiguiente, el presupuesto de la PAC debe incrementarse de acuerdo con los objetivos citados.

Por otra parte, la estrategia no aborda la gestión sostenible del suelo ni el acceso al suelo, uno de los principales obstáculos para la renovación generacional de la población agrícola. Al mismo tiempo, la función de apoyo a la renta de los pagos de la PAC es vital y seguirá siéndolo en los próximos años, aunque se adopten medidas para garantizar que los precios de los alimentos reflejen los costes de producción reales.

Otra gran preocupación para los agricultores de la UE es que tienen que competir con productos importados que no cumplen los criterios de sostenibilidad establecidos. En consecuencia, el CESE pide a la UE que vele por una verdadera reciprocidad de las normas en los acuerdos comerciales preferenciales.

Europa y el resto del mundo tienen un largo camino por recorrer para ser completamente sostenibles. Europa cuenta con los instrumentos y conocimientos técnicos necesarios para ello. Demostremos que también tenemos la voluntad política y el compromiso necesarios, y mostremos el camino a los demás.(mr)