La Comisión Europea ha aprendido de las deficiencias del anterior marco de la UE para la integración de los gitanos en la última década y está decidida a lograr los objetivos principales del nuevo marco estratégico y reducir al menos a la mitad la brecha de discriminación y exclusión socioeconómica de los gitanos de aquí a 2030. Sin embargo, el papel de los Estados miembros resulta crucial para obtener resultados tangibles. Sin unas estrategias eficaces y medidas pragmáticas a nivel nacional, el nuevo marco corre el riesgo de fracasar igual que su predecesor.

Los participantes en una audiencia en línea sobre el tema El nuevo marco europeo para la integración de los gitanos – puntos de vista y expectativas sobre el futuro de las comunidades gitanas señalaron que, si la estrategia anterior no logró resultados satisfactorios, ello se debió a la situación política existente en algunos Estados miembros y a la falta de apoyo por parte de dichos Estados.

El nuevo marco para la población gitana se centra en un enfoque basado en tres pilares —igualdad, inclusión y participación—, que complementa la integración socioeconómica de los gitanos marginados contemplada en el marco anterior e introduce reformas considerables.

El nuevo marco para la población gitana contiene muchos elementos positivos, pero persiste el mismo problema en cuanto a su puesta en práctica.

Isabela Mihalache, de la Red Europea de Organizaciones de Base Romaníes (ERGO), elogió el nuevo marco por prever una serie de sinergias y políticas complementarias de la UE, si bien aseguró que los compromisos mínimos comunes de los Estados miembros son de carácter bastante general.

Por su parte, Bernard Rorke, del Centro Europeo de Derechos Romaníes, advirtió: «A menos que la justicia prevalezca sin prejuicios respecto de los ciudadanos y ciudadanas romaníes de la UE, este marco fracasará exactamente de la misma manera que su predecesor».

En la misma línea, Florin Botonogu, del Centro de Políticas para los Gitanos y las Minorías, con sede en Bucarest subrayó que las soluciones deben ser realistas.

Finalmente, el presidente del Grupo de Estudio Temático del CESE sobre la Integración de los Gitanos, Alfredas Jonuška, animó a las organizaciones de la sociedad civil y a las ONG a que hagan oír su voz, ya que pese a los progresos realizados aún queda mucho más por lograr. (at)