Fomentar la competitividad, la innovación y la creación de empleo debe ser una prioridad para la cooperación reglamentaria mundial, a través de un sistema multilateral de comercio renovado, señala el Comité Económico y Social Europeo (CESE) en un Dictamen elaborado por Georgi Stoev y Thomas Student y aprobado por el CESE en su pleno de julio.

Las perturbaciones como el coronavirus (COVID-19) amenazan con paralizar la economía mundial y la vida social. Entrañan consecuencias como recesiones en los Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Japón y otras regiones del mundo, un crecimiento muy lento en China y enormes pérdidas de producción. Los Gobiernos tienen que compensar los daños económicos con políticas presupuestarias y monetarias y hacer frente a los cambios previstos de paradigma económico.

«El desarrollo industrial no debe ser víctima de un injusto dumping económico, social y medioambiental. Esto podría convertirse en una verdadera amenaza para las industrias europeas y el modelo social europeo», afirmó el ponente del Dictamen, Georgi Stoev. «Estamos preocupados por el sentimiento de negatividad en torno al comercio internacional y la globalización y por el auge del populismo. El proteccionismo y el nacionalismo no pueden responder adecuadamente a los problemas económicos y sociales», concluyó.

«Europa necesita urgentemente un nuevo proyecto de integración interna, una estrategia económica, social (incluida la coordinación de la salud pública), presupuestaria, energética y medioambiental común y una política comercial coherente», afirmó el coponente, Thomas Student. El CESE considera que el Pacto Verde debería tener por objeto integrar la nueva estrategia industrial y la política comercial en la política económica, reguladora y de competencia en un esfuerzo global en defensa del medio ambiente, sin crear una amenaza al mercado único ni a las empresas y los puestos de trabajo europeos, y debe albergar altas ambiciones medioambientales para la industria en su conjunto. (ks )