European Economic
and Social Committee
No habrá defensa sin inversión social
Por el Grupo de Trabajadores del CESE
El gasto social y el de defensa deben ir juntos: el Estado del bienestar no debe sacrificarse para aumentar el gasto en la defensa. Un Estado del bienestar fuerte sigue siendo una herramienta fundamental para frenar las aspiraciones de los partidos de extrema derecha de reproducir en la UE autocracias al estilo del Kremlin.
Al comenzar el cuarto año de guerra en Ucrania, muchas voces piden un aumento del gasto en defensa, en particular tras los cambios políticos en los Estados Unidos. La protección de los países europeos ya no parece estar garantizada. Esto ya ha roto muchos tabúes, no solo en relación con debates sobre asuntos militares a escala de la UE, sino también sobre el aumento del endeudamiento.
Sin embargo, algunas de esas voces también lo han planteado como un juego de suma cero con el Estado del bienestar, como si la fortaleza del ejército estadounidense se debiera a la falta de una protección social adecuada en el país, o como si la debilidad de nuestros ejércitos fuera el resultado de las pensiones y la seguridad social.
Desde el Grupo de Trabajadores queremos destacar dos cuestiones:
- La UE en su conjunto es la segunda potencia mundial en gasto militar. Aunque en algunos casos puede ser necesario un gasto común o adicional, lo realmente necesario es coordinación y proyectos conjuntos que garanticen la autonomía estratégica. Tenemos que ocuparnos de nuestra propia defensa, no competir con Estados Unidos a escala mundial.
- Un Estado del bienestar que funcione correctamente, junto a esfuerzos en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, es un instrumento esencial para evitar que la extrema derecha llegue al poder en muchos Estados miembros. Esos partidos de extrema derecha, que están creciendo, tienen poco interés por la democracia, son abiertamente hostiles a la mayoría de nuestros valores, aspiran a reproducir la autocracia del Kremlin en nuestros Estados miembros y, si llegan al poder, se asegurarán de que no pueda existir ninguna política de defensa coordinada.
Por lo tanto, los Estados miembros deben entender que la inversión en defensa y en protección social se refuerzan mutuamente y hacen que cada una de ellas sea posible.