El 23 de marzo, el CESE adoptó dos dictámenes sobre la reciente labor de la Comisión para seguir desarrollando la Unión de los Mercados de Capitales de la UE actualmente fragmentada e incompleta, en particular mediante una nueva Ley de cotización y la revisión del Reglamento relativo a los derivados extrabursátiles, las entidades de contrapartida central y los registros de operaciones (EMIR).

Mediante la nueva Ley de cotización, la Comisión aspira a reducir la carga administrativa que supone el proceso de participación en bolsa para las empresas de todos los tamaños, en particular las pymes, para que puedan acceder mejor a la financiación al cotizar en las bolsas de valores europeas.

El CESE acoge con satisfacción esta iniciativa ya que el aumento de la financiación mediante fondos propios de las empresas europeas y la reducción de su dependencia respecto de los créditos bancarios es fundamental para garantizar una recuperación duradera tras la pandemia y construir un sistema económico europeo resiliente. El Comité considera que llevar a más sociedades familiares a los mercados de capitales abriría un potencial sin explotar para atraer capital destinado al crecimiento.

El ponente del CESE, Kęstutis Kupšys, explicó que «un régimen de derechos de voto múltiple ayuda a las familias a conservar el control, haciendo que la participación en bolsa les resulte más atractiva. También es importante racionalizar el contenido del folleto, lo que reduciría significativamente los costes y la carga para los emisores. No obstante, considera que el uso de documentos de emisión «únicamente en inglés» —como propone la Comisión— obstaculizaría el desarrollo de una base nacional de inversión minorista».

La Comisión propone también un nuevo Reglamento relativo a los derivados extrabursátiles, las entidades de contrapartida central y los registros de operaciones (EMIR) para incrementar la capacidad de compensación interna a la UE. En cuanto al Reglamento EMIR, el CESE esperaba una postura más clara para reducir la exposición a las entidades de contrapartida central (ECC) del Reino Unido, así como normas e incentivos más específicos para impulsar tras el Brexit la transición hacia las ECC con sede en la UE.

El ponente del CESE, Florian Marin, señaló: «No existe un plan claro que contenga medidas específicas para crear un mercado de compensación competitivo y consolidado. El CESE lamenta que no se haya evaluado el marco existente al cabo de cinco años y propone que la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM) presente un informe sobre las razones por las que se sigue recurriendo a las ECC de fuera de la UE un año después de la entrada en vigor del Reglamento». (tk)