Al abordar, en el mes de marzo, el informe de la Comisión Europea sobre tendencias y cuestiones que hay que vigilar, el CESE subrayó que podría haber contribuido mucho más si hubiera participado en el ejercicio de prospectiva desde el principio.

El Dictamen del CESE sobre el informe de prospectiva estratégica de 2022, que se aprobó en el pleno de marzo, hizo hincapié en que el CESE puede reforzar las capacidades de análisis y prospectiva de la UE. Al representar «los ojos y los oídos de la sociedad civil», está en la mejor situación posible para detectar las tendencias emergentes. Como muestra de ello, el CESE expresó también su disposición a presentar una aportación temprana al próximo informe sobre prospectiva estratégica de 2023.

El ponente, Angelo Pagliara, expuso así la idea en que se fundamenta el dictamen: «Muchas de las cuestiones que se tratan en el informe de la Comisión ya las ha abordado el CESE en sus dictámenes de los años anteriores, y contamos con un conocimiento especializado y una experiencia nada desdeñables. Acudid a nosotros, dejad que tengamos una mayor participación, porque podemos ser de gran ayuda».

El informe sobre prospectiva estratégica de 2022 examina cuál es la mejor manera de armonizar las ambiciones climáticas de la Unión y sus potencialmente contradictorios objetivos digitales, y determina diez ámbitos clave en los que será necesario actuar a fin de maximizar las sinergias y la coherencia. A este respecto, el CESE pide que se establezca una agenda prospectiva estratégica orientada a un nuevo modelo de desarrollo que combine la sostenibilidad económica, medioambiental y social y se centre en las personas.

Una de las deficiencias principales del informe de 2022 señalada por el CESE es la falta de una imagen clara de los riesgos y escenarios que se producirían si la UE no cumple sus objetivos en lo relativo a la disponibilidad de materias primas, metales de tierras raras y recursos hídricos.

De cara al informe de prospectiva estratégica de 2023, que la Comisión tiene previsto publicar durante el segundo trimestre de este año y que estará dedicado a una Europa sostenible desde los puntos de vista social y económico, el CESE ha destacado los aspectos siguientes, a los que dedicará una atención especial:

  • los sistemas de suministro y la resiliencia del sector agroalimentario europeo;
  • el fomento de un sistema industrial europeo fuerte, cohesionado e innovador capaz de generar puestos de trabajo de calidad;
  • la necesidad de alcanzar una autonomía energética estratégica y de apoyar a las empresas y a los trabajadores, en la línea de lo que se hizo durante la crisis pandémica. (dm)