La Unión Europea tiene que superar la crisis de la COVID-19 construyendo un nuevo modelo de sociedad basado en economías más ecológicas, justas y resilientes. Como energía limpia, el hidrógeno puede ser un motor clave de esta transformación: esta es la principal idea que subyace a un Dictamen de Pierre Jean Coulon, aprobado en el pleno de enero del CESE.

El CESE respalda en este documento la Estrategia de la UE sobre el hidrógeno que presentó la Comisión Europea como un paso hacia la creación de un entorno propicio para aumentar la oferta y la demanda de hidrógeno y lograr una economía neutra en carbono.

«El hidrógeno limpio debe convertirse en una prioridad clara, ya que esta es la única opción compatible con la neutralidad climática», afirmó el Sr. Coulon durante el pleno. «Los fondos europeos de recuperación deben permitir que las empresas, los innovadores, los trabajadores y los inversores reafirmen su papel como líderes mundiales en unos mercados de energía limpia en plena expansión».

En particular, el CESE apoya la creación de una Alianza Europea por un Hidrógeno Limpio, con el cometido de planificar las inversiones en producción y organizar la demanda de hidrógeno limpio en la UE.

Este órgano incluirá a dirigentes de la industria, a la sociedad civil, a ministros nacionales y regionales y al Banco Europeo de Inversiones. Como quiera que desempeñará un papel clave a la hora de acelerar la transformación de las industrias europeas, es esencial la implicación del CESE en su condición de representante de la sociedad civil organizada. (mp)