El CESE pide una transición justa e integradora a medida que la UE avanza hacia la neutralidad climática. En un Dictamen reciente, el CESE subraya la necesidad de un esfuerzo coordinado para asegurarse de que nadie se quede atrás a la hora de contribuir a los ambiciosos objetivos climáticos. Estas recomendaciones se ajustan a las prioridades de la Comisión Europea para el período 2024-2029, que se refieren al empleo, las capacidades, el bienestar social y las disparidades entre regiones.

El CESE aboga por un paquete integral de políticas de transición justa que dote a los Estados miembros de flexibilidad para actuar en función de sus propias circunstancias particulares. Además de destacar el diálogo social y la negociación colectiva como herramientas clave, propone también cubrir el déficit de capacidades, elaborar programas de formación inclusivos y planes transparentes de transición en las empresas, reforzar la consulta a los trabajadores e integrar los principios de transición justa en los marcos existentes de la UE, como el pilar europeo de derechos sociales.

«Queremos que la transición justa sea un proceso en el que la equidad, la resiliencia y la sostenibilidad allanen el camino hacia un futuro más ecológico e integrador», afirma Dirk Bergrath, ponente del Dictamen.

Tal y como subraya el CESE en el Dictamen, para poder cumplir con las ambiciones climáticas de Europa (reducción del 75 % de las emisiones de aquí a 2030 y cero emisiones netas hasta 2050), es preciso incorporar la noción de equidad en las políticas. El trabajo digno, la inclusión social y la reducción de la pobreza constituyen prioridades esenciales para mantener el apoyo de la ciudadanía y garantizar el éxito del Pacto Verde Europeo.

Asimismo, el CESE hace hincapié en las ayudas específicas a las regiones afectadas de manera desproporcionada por la transición ecológica. Es fundamental cartografiar las necesidades regionales y los planes de transición sectoriales, y que el Observatorio de la Transición Justa supervise los avances y vele por que no se pase por alto a ningún colectivo.

A fin de superar el déficit de financiación, es esencial ampliar el Fondo de Transición Justa, impulsar las inversiones privadas y armonizar los instrumentos financieros de la UE. La aplicación de las condicionalidades sociales y medioambientales garantizará una asignación equitativa, que preste atención a la formación y protección de los grupos vulnerables. (ks)