En un nuevo Dictamen aprobado en el pleno de enero, el CESE afirma que una mayor cooperación internacional es fundamental para lograr la sostenibilidad de los océanos de aquí a 2030 y garantizar la protección y la seguridad en el mar.

Debido a su complejidad, la gobernanza de los océanos no puede considerarse simplemente una «cuestión del mar», sino que requiere un enfoque transdisciplinario integrado que respalde a los responsables políticos en todos los niveles.

El impacto del ser humano en los océanos proviene a menudo de actividades terrestres. Una parte significativa de la contaminación marina radica en el vertido de desechos, plaguicidas, antibióticos, fosfatos y plásticos, por no mencionar la munición sin explotar.

Según el CESE, la UE desempeña un papel fundamental en su calidad de actor legislativo y agente internacional que refuerza redes y asociaciones, y las diferentes partes interesadas deben tener una participación efectiva y transparente en todas las etapas del camino.

Stefano Palmieri, ponente del Dictamen, afirmó: «La Unión desempeña un papel de liderazgo en la labor de protección de los océanos, pero todos los países deben desempeñar el papel que les corresponde: tan solo así las futuras generaciones podrán seguir llamando a la Tierra el planeta azul».

A fin de lograr la neutralidad en carbono de aquí a 2050 y la sostenibilidad para 2030, la UE debe prestar atención a la toma de medidas que salvaguarden el bienestar del medio marino y que protejan las poblaciones de peces, dos aspectos fundamentales para muchas comunidades. (mp)