En un Dictamen de iniciativa aprobado en el pleno de octubre, el CESE pidió que se reconozca la movilidad como un derecho individual y como un bien público que debe estar al alcance de todos.

En el Dictamen del CESE, elaborado por Kristina Krupavičienė y Dovilė Juodkait, se subraya que la movilidad sostenible puede hacer realidad la recuperación ecológica de la UE: un transporte público que sea respetuoso con el medio ambiente y el usuario puede funcionar como un verdadero motor de la recuperación tras la pandemia de COVID-19.

La Sra. Krupavičienė afirmó: «La pandemia ha actuado como catalizador y ha demostrado que el transporte público es un servicio esencial de interés público, sobre todo a la hora de facilitar a los trabajadores que están en primera línea y a los grupos vulnerables el acceso a los puestos de trabajo y a los servicios».

En opinión del CESE, la UE necesita estrategias para incrementar la movilidad y mejorar el transporte público, de modo que sea más atractivo y accesible para todo el mundo, en especial para los ciudadanos con menos ingresos.

El transporte público puede desempeñar un papel clave en la recuperación de Europa tras la pandemia: puede ayudar a resolver los problemas medioambientales y, simultáneamente, a mejorar la calidad de vida al permitir que las personas trabajen, disfruten de la vida social y accedan a la cultura. Sin embargo, conseguir una movilidad sostenible requiere un sólido compromiso político de todos los agentes y en todos los niveles.

La Sra. Juodkaitė aseveró: «Pedimos a la Comisión Europea que establezca objetivos mensurables y ambiciosos para promover la transición del automóvil privado al transporte colectivo y la movilidad activa, y animamos a la Unión Europea y a los Estados miembros a que contribuyan a la transición hacia modos de transporte más ecológicos haciéndolos más atractivos en general». (mp)