Después que uno de los valores fundamentales de la UE haya estado bloqueado más de un año, el certificado COVID Digital de la UE, en lugar del denominado «certificado verde digital» propuesto anteriormente por la Comisión, allana el camino para una circulación libre y segura dentro de Europa. El CESE se congratula por la introducción del certificado y lo considera una excelente norma común que reduce la complejidad para los viajeros y facilita su desplazamiento, pero señala que deben respetarse plenamente los derechos fundamentales y los requisitos de protección de datos.

En su Dictamen, el CESE señala que aunque el certificado facilitará los desplazamientos de los viajeros, el Reglamento propuesto no establece ni la obligación ni el derecho a ser vacunado. «El certificado debe ser transparente y proteger nuestra vida privada», insiste el ponente del Dictamen, George Vernicos.

Aspectos sociales y éticos que deben tenerse en cuenta

No solo certificará si una persona ha sido vacunada, sino que también reflejará los resultados de pruebas PCR recientes o indicará si la persona ya ha superado una infección por SARS-CoV-2.

Las autoridades nacionales deben velar por su implantación rápida y gratuita sin discriminación de ningún tipo. Por otro lado, el CESE hace hincapié en que el certificado no debe dar lugar a discriminación laboral ni abrir la puerta a un dumping salarial mediante la contratación de personas vacunadas de terceros países.

Debe prestarse especial a la protección de datos, lo que hace fundamental que los Estados miembros dispongan de sistemas interoperables con disposiciones igualmente estrictas en materia de protección de datos. (at)