El transporte ecológico debe ser económicamente aceptable y socialmente viable

En el pleno de abril del Comité Económico y Social Europeo (CESE) se aprobó un Dictamen sobre los factores clave para la transición hacia un sistema de transporte sostenible a largo plazo.

Un transporte sostenible a largo plazo es posible, pero la transición solo podrá llevarse a cabo si la ciudadanía, la industria y el sector del transporte aceptan perseguir dos objetivos: una reducción del 90 % en las emisiones del sector del transporte de aquí a 2050 y el compromiso de usar los métodos y medios consensuados en pos del resultado final.

Este es el firme mensaje que transmite el Dictamen del CESE elaborado por Stefan Back y Mateusz Szymański y aprobado en el pleno del 27 de abril de 2023.

A fin de alcanzar el objetivo de un transporte ecológico a largo plazo, la transición debe resultar atractiva y ser realista y, por ende, aceptable para la ciudadanía y las empresas desde tres puntos de vista: económico, social y práctico, declaró el Sr. Back.

Esta es la única manera en que nuestra sociedad puede apoyar activamente la transición; de lo contrario, el riesgo no es solo el fracaso, sino, en el peor de los casos, el malestar social, añadió el Sr. Szymański.

Tres condiciones para el éxito de la transición

Más concretamente, el CESE afirma que, para que la transición tenga éxito, deben cumplirse determinadas condiciones.

En primer lugar, las empresas deben percibir que no se les imponen costes excesivos y que se mantendrá su competitividad, tanto dentro de la UE como fuera de ella.

Además, los trabajadores deben ver la transición como algo aceptable y tener la posibilidad de adaptarse a nuevas condiciones de trabajo de una manera socialmente aceptable.

En tercer lugar, la ciudadanía, tanto si vive en aglomeraciones urbanas como si lo hace en zonas rurales, debe beneficiarse de accesibilidad y movilidad a un coste razonable y con arreglo a buenas condiciones generales.

Infraestructuras de transporte eficientes

El Comité también destaca que debe prestarse especial atención a las infraestructuras de transporte y, en particular, a las infraestructuras de distribución de combustibles alternativos, así como a la inversión y la eficiencia en el uso de las infraestructuras, ya que todos esos aspectos son ineludibles para los cambios en el transporte.

Las cuestiones clave a este respecto son la accesibilidad del transporte, el uso de combustibles limpios, la integración de los modos de transporte y la aplicación de innovaciones y nuevos modos de transporte.

La eficiencia también puede impulsar la transición, dado que mejora la sostenibilidad del transporte y puede lograrse mediante una mayor capacidad de carga y unas mejores infraestructuras que hagan más rápido el transporte o, en el caso de las infraestructuras de las terminales, agilicen la carga y descarga y el paso de un modo de transporte a otro.