El Comité Económico y Social Europeo (CESE) acoge con satisfacción la nueva «visión de la agricultura y la alimentación», una hoja de ruta para la reforma destinada a reforzar la posición de los agricultores y erigir sistemas alimentarios sostenibles. No obstante, el CESE exige una mayor ambición a la hora de abordar la política agrícola común (PAC).

La visión, debatida durante el pleno del CESE del 27 de marzo, contempla medidas para impulsar el poder de negociación de los agricultores, aumentar la transparencia de la cadena de suministro y mejorar el diálogo sobre política alimentaria. Christophe Hansen, comisario de Agricultura de la UE, la ha descrito como una «respuesta específica a los llamamientos en favor de un sector agroalimentario competitivo, justo y resiliente» y ha recalcado la importancia de colaborar estrechamente con todas las partes interesadas, en particular con la sociedad civil.

Oliver Röpke, presidente del CESE, señaló que la visión refleja muchas de las prioridades del Comité, al afirmar que «reconoce el papel fundamental que desempeñan todos los operadores agroalimentarios a la hora de garantizar la sostenibilidad y la competitividad», tras lo cual añadió que las recomendaciones del CESE han llegado a ser más audaces que las propuestas de la Comisión en algunos ámbitos.

Los miembros del CESE han acogido favorablemente las iniciativas destinadas a reforzar las funciones de los productores en negociaciones y contratos. Así, Stoyan Tchoukanov, ponente del Dictamen del CESE Modificación del Reglamento por el que se crea la organización común de mercados (OCM), afirmó, en lo atinente al refuerzo de la posición de los agricultores en la negociación y celebración de contratos, que «los contratos escritos provistos de una cláusula de revisión impulsarán la transparencia y el poder de negociación de los agricultores».

La Comisión tiene previsto asimismo mejorar la cooperación en todo el sistema alimentario mediante la promoción de una producción sostenible y una alimentación más saludable. Emilie Prouzet, ponente del Dictamen del CESE Nuevas normas sobre el control del cumplimiento transfronterizo frente a las prácticas comerciales desleales, considera que tal medida supone un primer paso para apoyar a los agricultores sin incurrir en inseguridad jurídica.

La visión comprende el compromiso de instaurar un nuevo sistema europeo de gestión de riesgos y crisis que da respuesta a los llamamientos del CESE en favor de la creación de instrumentos más sólidos de gestión de las perturbaciones medioambientales, climáticas y del mercado. Además, está previsto que se adopte una estrategia en materia de relevo generacional que apoye a los jóvenes agricultores concediéndoles acceso a tierras, capacidades de inversión e infraestructuras rurales.

Pese al gran apoyo que ha recabado, la visión sigue suscitando inquietud. Quienes participaron en el debate señalaron las dificultades que plantea examinar la reforma de la PAC posterior a 2027 sin conocer con claridad el próximo presupuesto de la UE. En este sentido, el CESE también pide que las condiciones sociales se apliquen con mayor rigurosidad y advierte de que la visión no aborda plenamente cuestiones como la concentración del mercado y la especulación financiera que afecta a los precios de los alimentos.

El CESE ha reafirmado su papel como socio clave para materializar la visión de la Comisión en una política y se ha comprometido a mantener una cooperación constante, a fin de velar por la protección de los intereses de agricultores, productores, trabajadores y consumidores en la configuración del futuro de la agricultura de la UE. (ks)