El Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha dado a conocer el programa íntegro de su nueva presidenta, Christa Schweng, para su mandato 2020-2023. Este documento está disponible en todos los idiomas de la UE.

El programa de la Sra. Schweng ofrece una perspectiva audaz de una Europa más fuerte y resiliente tras la COVID-19, a la vez que preconiza una firme contribución del CESE a la recuperación y a la democracia participativa en Europa.

Bajo el lema «Unidos por el futuro de Europa», el programa hace gran hincapié en la unidad, el concepto clave de la presidencia, con su llamamiento a reconstruir el CESE haciendo de él un órgano más unido y eficaz a la hora de influir en la elaboración de las políticas de la UE.

En él se establecen cuatro prioridades que están en consonancia con la idea de Christa Schweng de una Europa pospandemia que permita a sus ciudadanos prosperar y vivir en una sociedad abierta y basada en valores.

La primera prioridad es una Europa económicamente próspera, con la vista puesta en ayudar a los Estados Miembros, las empresas, los trabajadores y la ciudadanía en general a sobrevivir y a reconstruir las economías. La transición hacia una economía más digital y ecológica debería vincularse también a la recuperación social.

La segunda prioridad reside en una Europa inclusiva desde el punto de vista social capaz de garantizar que nadie se queda rezagado durante las transiciones digitales y ecológicas. Es fundamental salvaguardar el empleo y los ingresos de todos los trabajadores prestando especial atención a los grupos vulnerables. El programa establece que los valores comunes de la UE no son, en ningún caso, negociables. Del mismo modo, se apoya también la creación de una Unión Europea de la Salud como un importante aspecto de solidaridad.

La tercera prioridad —una Europa sostenible desde el punto de vista medioambiental— ve en una economía más ecológica y digitalizada la fuerza motriz del plan de recuperación para Europa. No obstante, para lograr este objetivo, hay que ver las empresas como parte de la solución y alentarlas a que desempeñen un papel activo a la hora de configurar la transición hacia una economía baja en carbono y eficiente en el uso de recursos.

La cuarta prioridad estriba en garantizar que el CESE desempeña un papel fundamental en la Conferencia sobre el Futuro de Europa, una importante iniciativa que debería lograr que los europeos sintieran su UE como algo propio al permitirles debatir temas fundamentales de la Unión para, de ese modo, mejorar su funcionamiento. Como paladín comprometido de la democracia participativa, y con miembros procedentes de todos los sectores de la sociedad civil que actúan sobre el terreno en la totalidad de los Estados miembros, el CESE tiene ante sí la oportunidad de mostrar su valor añadido y su función de facilitador. (ll)