por el Grupo de Trabajadores del CESE

Tras un año de intenso trabajo, la Conferencia sobre el Futuro de Europa ha publicado finalmente sus recomendaciones, presentando una serie de ambiciosas propuestas para una Europa más justa y fuerte planteadas por la ciudadanía de toda Europa, en colaboración con los interlocutores sociales y otros agentes. La ciudadanía ha dejado claro que la Unión Europea debe hacer más en los ámbitos que le afectan, en particular en temas como la desigualdad, la pobreza, la lucha contra el cambio climático y la protección de la democracia. Esto puede plasmarse, por ejemplo, en un protocolo de progreso social que garantice que los derechos sociales y laborales estén en pie de igualdad con las cuatro libertades fundamentales del mercado único. La ciudadanía también ha exigido una Europa más audaz, que actúe en la escena internacional con una sola voz, sea capaz de reaccionar ante su entorno, se acerque a sus ciudadanos y sea más transparente en su funcionamiento.

Esta labor, sin embargo, no debe terminar en una simple declaración de buenas intenciones o palabras vacías. Es fundamental realizar un seguimiento real, lo que supone organizar una convención y explorar la posibilidad de crear estructuras permanentes de participación ciudadana, algo para lo que el Comité Económico y Social Europeo está especialmente bien equipado. El CESE, como la casa de la sociedad civil organizada y la democracia deliberativa en la UE, debe garantizar que las ambiciosas propuestas de la ciudadanía se conviertan en políticas concretas. Se preguntó a la ciudadanía y esta ha respondido. El Grupo de Trabajadores organizó una conferencia de alto nivel con miembros de los distintos componentes de la Conferencia para debatir las recomendaciones y el posible seguimiento con este mismo fin, dando así continuidad al proceso. Ahora son las instituciones las que deben actuar. (prp)