European Economic
and Social Committee
Estimadas lectoras, estimados lectores:
En octubre, la Comisión Europea adoptó su programa de trabajo para 2022 «Hagamos juntos una Europa más fuerte», centrado en reconstruir una sociedad más justa y resiliente tras la COVID-19 acelerando al mismo tiempo las transiciones ecológica y digital. Me congratula que el programa recoja muchas de las recomendaciones expresadas en la Resolución del CESE que aprobamos en el pleno de junio.
Nuestras prioridades comunes tienen que ver con alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050, forjar un futuro digital, fortalecer nuestra singular economía social de mercado, construir una UE próspera y hacer que Europa sea más fuerte en el mundo.
El cambio climático es uno de los mayores desafíos que afronta la UE, por lo que el CESE está más comprometido que nunca con el Pacto Verde Europeo. El desarrollo sostenible ha de convertirse en una actitud mental y constituir la base de una economía europea competitiva, junto con un esfuerzo para lograr una mayor circularidad.
Para una digitalización efectiva debemos asegurarnos de que la educación y la formación satisfagan las necesidades de la era de la inteligencia artificial. Es crucial que todos los ciudadanos de la UE tengan las mismas oportunidades a la hora de responder a los cambios en el mercado laboral y en la vida cotidiana.
La recuperación será la base de la transformación de Europa tras la COVID-19, por lo que el espíritu empresarial resulta esencial para el crecimiento económico, el empleo y la inclusión social. Pero no puede lograrse una economía al servicio de las personas sin un diálogo social y ciudadano.
El diálogo y la sociedad civil también son cruciales para una democracia que goce de buena salud y respete el Estado de Derecho y los derechos fundamentales. Creemos que en este momento hace falta desplegar mecanismos más sólidos para mejorar el seguimiento de las cuestiones relativas al espacio cívico y defender más eficazmente el espacio de la sociedad civil. Al hablar de democracia no podemos olvidar la necesidad de adoptar medidas para hacer prevalecer la prioridad del Derecho de la UE.
Por último, en el contexto de la Conferencia sobre el Futuro de Europa y tras la reciente aprobación del programa de trabajo de la Comisión, no puedo insistir lo suficiente en la importancia de que la sociedad civil participe en la elaboración de las políticas. El Comité seguirá colaborando estrechamente con todas las instituciones de la UE para hacer realidad unos objetivos comunes destinados a fortalecer nuestras sociedades.
¡Unidos por el futuro de Europa!
Christa Schweng
Presidenta del CESE