La Comisión Europea debe avanzar en el proceso de evaluación del impacto multisectorial de las nuevas tecnologías 5G y 6G. Se precisan instrumentos y medidas para atajar los riesgos y las vulnerabilidades. En el Dictamen elaborado por Dumitru Fornea y aprobado por la Asamblea en el pleno de octubre, el CESE adopta una posición firme y señala que es necesario examinar ciertas cuestiones sociales, sanitarias y medioambientales, contando con la participación de la ciudadanía y de todos los agentes pertinentes, independientemente de que el debate sobre la implantación de las redes 5G se haya convertido en una discusión política controvertida.

En su intervención en paralelo al pleno, el Sr. Fornea declaró: «El CESE observa que la rápida digitalización y el desarrollo de las comunicaciones electrónicas tienen un fuerte impacto en la economía y la sociedad en general. A través del uso responsable de estas tecnologías, la humanidad asiste a una oportunidad histórica de construir una sociedad mejor. Sin embargo, sin la diligencia y el control democrático debidos nuestras comunidades podrían enfrentarse en el futuro a graves problemas ligados a la gestión de estos sistemas tecnológicos.

La pandemia ha demostrado que la infraestructura de comunicaciones electrónicas desempeña un importante papel en la sociedad y puede mejorar enormemente la calidad de vida de los ciudadanos, con repercusiones directas en la lucha contra la pobreza. Sin embargo, deben evaluarse continuamente los peligros potenciales. Por esta razón, el CESE recomienda que se destinen fondos europeos y nacionales a una investigación multidisciplinar más exhaustiva y a estudios de impacto centrados en el ser humano y en el medio ambiente, así como a la difusión de los correspondientes resultados con el fin de informar a la ciudadanía y a los responsables políticos. (mp)