La instrumentalización de los migrantes y la crisis de los refugiados de Ucrania exigen un nuevo comienzo en la política de migración

La instrumentalización de los migrantes auspiciada por el Estado con el objetivo de desestabilizar la UE y la guerra actual en Ucrania, que ha provocado una afluencia sin precedentes de refugiados, requieren una revisión de la política europea de migración. El Comité Económico y Social Europeo (CESE) insiste en que la solidaridad y el reparto de las cargas entre los Estados miembros son necesarios para dar una respuesta común a las crisis de los refugiados. Al mismo tiempo, el CESE destaca la necesidad de garantizar la seguridad y los derechos humanos de los migrantes.

En su Dictamen sobre la instrumentalización de los migrantes, aprobado en el pleno de junio del CESE, los miembros destacaron que la respuesta de la UE a la instrumentalización de los migrantes debe enmarcarse en una política migratoria común, compartida y coherente.

La futura y muy esperada regulación específica en este ámbito debería prever mecanismos para el reparto solidario de responsabilidades entre los Estados miembros e incluir medidas de reubicación oportunas.

La crisis migratoria en la frontera exterior de la UE con Bielorrusia no ha sido el primer caso de estas características; otras estrategias estatales han intentado anteriormente instrumentalizar los movimientos migratorios, como los abusos similares cometidos por Turquía en la frontera de la UE con Grecia y por Marruecos en las fronteras española e italiana.

En la actualidad, con la guerra que libra la Federación de Rusia contra Ucrania, que ha provocado una afluencia masiva de refugiados, se ha puesto especialmente de manifiesto que la migración afecta a todos los Estados miembros. En este contexto, debe revisarse el Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo al objeto de lograr el cambio sistémico necesario para desarrollar una política de asilo y migración de la UE racional y basada en los derechos.

A tal fin, el miembro del CESE y ponente del Dictamen, Stefano Palmieri, subrayó la necesidad de que la UE elabore una estrategia sostenible de migración y asilo basada en el respeto de los derechos humanos, la transparencia y la cooperación: La UE y sus Estados miembros no han sido eficaces a la hora de responder a la instrumentalización de los migrantes en el caso de Bielorrusia; ahora es necesario seguir trabajando para consolidar la reputación de Europa como lugar capaz de proporcionar ayuda humanitaria y garantizar el respeto de los derechos humanos.

Garantizar la protección de los migrantes instrumentalizados

Por lo que se refiere a las «amenazas híbridas» desplegadas por terceros países para poner a prueba la unidad de la UE, Pietro Vittorio Barbieri, miembro del CESE y coponente del Dictamen, señaló que los seres humanos no son la amenaza, sino más bien las víctimas de estas tácticas. Cuando se habla de “amenazas” se hace referencia a una situación de inestabilidad geopolítica en las fronteras de la UE, no a las personas víctimas de la trata. 

Los migrantes inmersos en esta situación son muy vulnerables y necesitan protección. La ayuda humanitaria que los Estados miembros ofrecen a los migrantes debe ajustarse a las normas del Derecho de la UE y ser conforme a las prácticas establecidas en apoyo de las personas vulnerables.

A este respecto, el CESE recomienda encarecidamente que se conceda un reconocimiento justo, pleno e inmediato de los derechos de los migrantes instrumentalizados, evitando zonas grises o situaciones de incertidumbre administrativa.

Un sistema migratorio integral y cohesionado, basado en un espíritu de solidaridad entre los Estados miembros, puede evitar futuros intentos de desestabilización y debilitar las amenazas que se ciernen sobre la seguridad y la estabilidad de la Unión.

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  • Instrumentalisation of migrants and the Ukraine refugee crisis call for a fresh start to migration policy