En el pleno de abril del CESE, Maive Rute, directora general adjunta de Mercado Interior de la Comisión, y Oliver Röpke, presidente del CESE, destacaron que reforzar la competitividad de la UE es fundamental para potenciar el crecimiento de nuestra economía y aumentar el bienestar de nuestra sociedad.

En opinión de Maive Rute, no hay tiempo que perder. La UE tiene que actuar con rapidez y sentido de urgencia si quiere recuperar el retraso y sobrevivir frente al poder excesivo de los gigantes económicos mundiales.

Hizo una valoración de la situación de la competitividad de la EU y afirmó: «Necesitamos un cambio radical. La aplicación del mercado único no puede depender exclusivamente de la buena voluntad: las normas tienen que cumplirse de verdad. Necesitamos exportar nuestros productos y tecnologías, pero no nuestros puestos de trabajo. Nuestras industrias deben ser competitivas y la inversión debe hacerse aquí».

Tras señalar que la competitividad constituye una piedra angular del éxito económico de la UE, ya que impulsa el crecimiento, la innovación y la prosperidad, al tiempo que refuerza su influencia y resiliencia a escala mundial, Oliver Röpke añadió: «Cuando hablamos de competitividad europea, hemos de situar a las personas en el centro del debate y asegurarnos de que no dejamos a nadie atrás. Su impacto e importancia últimos radican en qué efectos tiene en el bienestar, las oportunidades y la prosperidad de las personas y de las comunidades. Por consiguiente, todo debate sobre la competitividad debe dar prioridad a las necesidades, los derechos y las aspiraciones de la ciudadanía».

En el pleno también se aprobó el Dictamen «Estrategia de competitividad a largo plazo», a cargo de la ponente Emilie Prouzet y del coponente Stefano Palmieri. (mp)