European Economic
and Social Committee
Se necesitan reformas concretas y medidas decisivas para una economía resiliente, competitiva e integradora
En comparación con otros bloques monetarios en el mundo, como Estados Unidos, la zona del euro se enfrenta a retos acuciantes: la baja productividad laboral, el debilitamiento de la competitividad y la ralentización del impulso económico. Para invertir esta tendencia, el Comité Económico y Social Europeo (CESE) pide una estrategia urgente y coordinada.
En su Dictamen Política económica de la zona del euro en 2025, el CESE esboza un plan para impulsar el crecimiento a través de la profundización del mercado interior, la reducción de la burocracia reguladora y la garantía de la sostenibilidad fiscal. Además, sostiene que las políticas deben abordar tendencias transformadoras como la inteligencia artificial (IA) y las presiones del envejecimiento de la población.
Tras perturbaciones externas como la pandemia de COVID-19 y la crisis energética, la zona del euro se enfrenta a importantes retos económicos. Si bien se han realizado esfuerzos de estabilización, cuestiones como la incertidumbre interna, los cambios demográficos y el aumento de la presión presupuestaria exigen reformas audaces.
El CESE propone un planteamiento en tres fases para aumentar la productividad y la competitividad: profundizar en el mercado interior, coordinar la política industrial y reducir la burocracia. La sostenibilidad presupuestaria es crucial, y exige un marco equilibrado, una mayor colaboración de la UE y esfuerzos para aprovechar los ingresos aún sin explotar. La inversión sigue siendo un punto débil, por lo que resulta necesario ampliar el capital riesgo y las políticas favorables a la innovación.
La resiliencia del mercado laboral también es clave, ya que requiere flexibilidad, salarios justos, reformas de la seguridad social y un desarrollo de capacidades impulsado por la IA. El CESE subraya la necesidad de una rendición de cuentas compartida entre la UE y sus Estados miembros, y aboga por una mayor coordinación de las políticas. Mediante una actuación decidida e inversiones estratégicas, la zona del euro puede construir una economía resiliente, competitiva y sostenible de cara al futuro (tk).