«Necesitamos exportar nuestros productos y tecnologías, pero no nuestros puestos de trabajo. La inversión debe hacerse en Europa»

En el pleno de abril del Comité Económico y Social Europeo, Maive Rute, directora general adjunta de Mercado Interior de la Comisión, y Oliver Röpke, presidente del CESE, destacaron que reforzar la competitividad de la UE es fundamental para aumentar el crecimiento de nuestra economía y el bienestar de nuestra sociedad.

La UE tiene que actuar con rapidez y sentido de urgencia si quiere recuperar el retraso y sobrevivir frente al poder excesivo de los gigantes económicos mundiales.

Según Maive Rute, directora general adjunta de la Dirección General de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes (DG GROW) de la Comisión Europea, no hay tiempo que perder.

En su intervención ante el pleno el 24 de abril de 2024, hizo una valoración de la situación de la competitividad de la EU y afirmó: «Necesitamos un cambio radical. La aplicación del mercado único no puede depender exclusivamente de la buena voluntad: las normas tienen que cumplirse de verdad. Necesitamos exportar nuestros productos y tecnologías, pero no nuestros puestos de trabajo. Nuestras industrias deben ser competitivas y la inversión debe hacerse aquí».

La Sra. Rute hizo hincapié en los esfuerzos necesarios para poner las inversiones al alcance de nuestra industria, a fin de impulsar su expansión, y de nuestras actividades de investigación e innovación, en las que la UE va a la zaga de los Estados Unidos, China y Japón. También subrayó la importancia de garantizar que la UE opere en unas condiciones de competencia equitativas reales con sus competidores internacionales.

Tras señalar que la competitividad constituye una piedra angular del éxito económico de la UE, ya que impulsa el crecimiento, la innovación y la prosperidad, al tiempo que refuerza su influencia y resiliencia a escala mundial, Oliver Röpke, presidente del CESE, declaró: «Cuando hablamos de competitividad europea, hemos de situar a las personas en el centro del debate y asegurarnos de que no dejamos a nadie atrás. Su impacto e importancia últimos radican en qué efectos tiene en el bienestar, las oportunidades y la prosperidad de las personas y de las comunidades. Por consiguiente, todo debate sobre la competitividad debe dar prioridad a las necesidades, los derechos y las aspiraciones de la ciudadanía».

Durante el debate, Emilie Prouzet, ponente del Dictamen del CESE sobre la Estrategia de competitividad a largo plazo aprobado en el pleno, observó que la UE ocupa actualmente el tercer puesto en términos de riqueza generada, mientras que hace quince años su economía rivalizaba con la de los Estados Unidos. «En la actualidad, el PIB de la zona del euro solo representa el 57 % del PIB estadounidense. Y no hay perspectivas de recuperar el retraso a corto plazo», afirmó.

El coponente Stefano Palmieri destacó que la UE debe adoptar una agenda de competitividad sostenible, con una política industrial destinada a promover un sistema industrial europeo integrado e inclusivo basado en dos pilares clave: la empresa y sus trabajadores. «La competitividad debe fundamentarse en la política de cohesión y la inversión en servicios públicos de calidad, ya que los trabajadores que disfrutan de protección son también los más productivos», afirmó.

En nombre del Grupo de Empresarios del CESE, la presidenta de la Sección de Mercado Único, Producción y Consumo (INT), Sandra Parthie, observó que la UE carece de una agenda de inversiones alineada con las prioridades de la UE y que el problema no es la falta de informes de evaluación, sino la falta de medidas para ejecutar proyectos.

Maxi Katharina Leuchters, miembro del CESE, en representación del Grupo de Trabajadores, afirmó que Europa necesita una respuesta integral para reforzar el crecimiento a largo plazo en lugar de los beneficios a corto plazo para unos pocos, así como invertir en capacidades, empleos de calidad y buenas condiciones de trabajo, sobre todo dada la actual escasez de mano de obra.

Por último, en nombre del Grupo de Organizaciones de la Sociedad Civil, el miembro del CESE Giuseppe Guerini subrayó que la competitividad real se asienta en una cohesión social sólida. Sin solidaridad o infraestructuras sociales, Europa pierde competitividad real porque las personas son el primer factor competitivo.

Antecedentes

El 14 de febrero pasado, la Comisión Europea publicó su Informe anual de 2024 sobre el mercado único y la competitividad que hace un seguimiento de la evolución anual desde la perspectiva de nueve factores de competitividad: el funcionamiento del mercado único, el acceso al capital privado, la inversión pública y las infraestructuras, la investigación y la innovación, la energía, la circularidad, la digitalización, la educación y las capacidades, y el comercio y la autonomía estratégica abierta.

En el informe se detallan las fortalezas y los retos del mercado único en materia de competitividad y se destaca que el mercado único es una de las mayores áreas de mercado integradas del mundo e impulsa la economía de la UE. Señala la necesidad de intensificar el cumplimiento de las normas acordadas y simplificar su aplicación.

El próximo informe de Mario Draghi sobre el futuro de la competitividad europea añadirá conclusiones valiosas al seguimiento de la competitividad de la UE por parte de la Comisión, como ha ocurrido con el Informe de alto nivel sobre el futuro del mercado único de Enrico Letta, publicado el 10 de abril.

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‘We need to export our goods and technologies, but not our jobs. Investment must happen in Europe’