Promover la recuperación de las pymes europeas con financiación híbrida

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En un Dictamen de iniciativa, el Comité Económico y Social Europeo (CESE) recomienda promover el uso de deuda híbrida para financiar a las pymes. Esto diversificaría las fuentes de financiación y reduciría la dependencia de los préstamos bancarios, al tiempo que fomentaría la inversión y apoyaría la unión de los mercados de capitales.

En el Dictamen, aprobado en su pleno de octubre, el CESE señaló que la crisis de la COVID-19 había dejado a muchas empresas sobreendeudadas y en riesgo de insolvencia. Las empresas se enfrentan a un déficit de capital y capital híbrido estimado en entre 450 000 y 600 000 millones de euros. Este déficit se ve agravado por la crisis energética y las tensiones económicas causadas por la invasión rusa de Ucrania.

Al mismo tiempo, las empresas siguen necesitando financiación a largo plazo para adaptarse a las transiciones ecológica y digital y seguir siendo competitivas. En general, las pymes tienen más dificultades que las grandes empresas para acceder a este tipo de financiación.

En resumen, el instrumento muy subordinado que se propone llega en el momento adecuado y está en consonancia con los objetivos del paquete de medidas de ayuda a las pymes que adoptó la Comisión Europea. Se trata de una solución que pondría a disposición de toda la UE algo que ya existe en algunos países y que apoyaría la tan necesaria realización de la unión de los mercados de capitales y de la unión bancaria, afirmó el ponente del Dictamen, Antonio García del Riego.

Los préstamos híbridos son un tipo de deuda subordinada que incluye bonos y planes de acciones duales. En caso de impago de un préstamo por parte de un prestatario, los acreedores con deuda subordinada serán reembolsados después de otros acreedores denominados «preferentes», pero antes que los accionistas.

Una solución fácil de aplicar

Para poner esta forma de financiación a disposición de empresas de todos los tamaños, el CESE propone un marco a escala de la UE que se beneficiaría de la liquidez y la escala del mercado único, atraería a los inversores institucionales y apoyaría la unión de los mercados de capitales.

Esto requeriría la colaboración entre instituciones públicas y privadas, incluidos bancos, gestores de activos, sector público e inversores institucionales.

España, Alemania, Francia y Portugal ya utilizan préstamos híbridos en forma de préstamos participativos. Se trata de una solución fácil de aplicar y a largo plazo que permite a las familias conservar el control de sus empresas. Además, tienen ventajas de deducibilidad fiscal y bajos costes de emisión y ofrecen a los prestamistas una rentabilidad atractiva.

El CESE recomienda que estos instrumentos se consideren cuasicapital, de modo que no se clasifiquen como deuda en el balance y que se sitúen justo por delante de los fondos propios en la jerarquía de pagos en caso de impago o insolvencia. Esto garantizará que los ratios de deuda y las calificaciones de las empresas no se vean afectados.

Protección contra los riesgos

El riesgo percibido de exclusión de los bancos se evitará porque los préstamos híbridos restablecerían la solvencia de las empresas y garantizarían que los bancos siguieran dispuestos a conceder préstamos.

La introducción de normas de mercado como las calificaciones crediticias impediría a las empresas inviables acceder a estos instrumentos.

Las iniciativas europeas existentes, como el programa ESCALAR, están dirigidas a empresas en expansión o a empresas de reciente creación financiadas por fondos de capital riesgo. La propuesta del CESE complementaría las ya existentes y se centraría en las pymes ya establecidas, que constituyen la mayoría de las empresas europeas.

El núcleo de la economía de la UE

En la UE, las pymes representan el 99,8 % de todas las empresas, casi dos tercios del empleo y más de la mitad del valor añadido generado por el sector empresarial no financiero.

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Promoting the recovery of Europe's SMEs with hybrid funding