Los flujos de energía transfronterizos son claves para el suministro de gas y electricidad a los diferentes Estados miembros de la UE. Esto supone que es necesario modernizar las infraestructuras energéticas mediante interconexiones entre países vecinos, lo que permitirá aumentar la capacidad de energía sostenible de la Unión.

En su Dictamen solicitado por la Presidencia belga del Consejo de la UE y aprobado en el pleno del 18 de enero de 2024, el CESE transmite un mensaje claro sobre este asunto.

La UE debe prestar especial atención al desarrollo de las redes. Además, son necesarias sustanciales inversiones destinadas a estimular la economía europea y crear puestos de trabajo ecológicos de alta calidad.

«En el CESE creemos que, para lograr una transición ecológica y la autonomía estratégica en materia de energía, es fundamental introducir cambios estructurales en nuestro sistema energético» afirmó el presidente del CESE, Oliver Röpke, en el debate que se entabló con ocasión de la aprobación del Dictamen.

La ministra de Energía de Bélgica, Tinne Van der Straeten, subrayó que la transición hacia una energía limpia, nacida de la necesidad climática, ha pasado a ser en la actualidad un imperativo económico y de seguridad. También observó que la interconexión crea un sistema más flexible que puede equilibrar las variaciones geográficas de la generación eólica y solar

y afirmó: «Las ambiciones de Europa en materia de energía renovable actualmente desbordan sus planes en términos de infraestructuras, por lo que es preciso crear con rapidez estas infraestructuras transeuropeas, que deberán ser rentables, seguras, sostenibles y flexibles». (mp)