Bulgaria y Rumanía están pagando un alto precio económico y político por no beneficiarse plenamente del régimen de Schengen, lo que también tiene un efecto negativo sobre la competitividad y el crecimiento económico de la UE. Ha llegado el momento de que el Consejo de la UE fije una fecha para la supresión de los controles fronterizos terrestres entre ambos países y los demás Estados miembros de Schengen, escribe Mariya Mincheva, ponente del Dictamen «El coste de no pertenecer al espacio Schengen para el mercado único – Impacto en Bulgaria y Rumanía».  (ll)