Las fundaciones Secretariado Gitano y Villavecchia, dos organizaciones sin ánimo de lucro españolas, han sido preseleccionadas para el Premio Sociedad Civil 2022 del CESE, que este año se otorga en dos categorías: el empoderamiento de la juventud y la ayuda a las víctimas de la guerra de Ucrania. La Fundación Secretariado Gitano ha sido seleccionada como finalista para la categoría sobre juventud junto con otros dos proyectos: uno de Italia y otro de Portugal. Por su parte, la Fundación Villavecchia compite por el premio de la categoría relativa a Ucrania junto con otros dos proyectos: uno de Polonia y otro de Rumanía.
El Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha recibido candidaturas de un amplio abanico de proyectos creativos y especializados, lo que pone de manifiesto el enorme entusiasmo y la motivación de la sociedad civil para crear mejores oportunidades para la juventud europea, por un lado, y aliviar el sufrimiento de los civiles ucranianos azotados por la guerra y hacer que sus vidas sean más llevaderas, por el otro.
Los seis finalistas fueron elegidos entre 106 candidaturas de 21 Estados miembros: 60 para la categoría 1 (Juventud) y 46 para la categoría 2 (Ucrania).
La ceremonia de entrega de premios, en la que se dará a conocer la clasificación final, tendrá lugar durante el pleno del CESE que se celebrará el 15 de diciembre, en Bruselas. El importe total del premio es de 60 000 EUR y se repartirá entre los seis candidatos, tres en cada categoría. El ganador del primer premio de cada categoría recibirá 14 000 EUR y los ganadores del segundo y tercer premios, 8 000 EUR cada uno.
La Fundación Secretariado Gitano inició su andadura en los años sesenta con el objetivo de apoyar a la comunidad gitana en España. Para ello, ha llevado a cabo varios proyectos que contribuyen a que los gitanos alcancen la plena ciudadanía, a mejorar sus condiciones de vida, a promover la igualdad de trato, a evitar cualquier forma de discriminación y a promover el reconocimiento y el respeto de la identidad cultural de la comunidad gitana.
Su proyecto Aprender trabajando
aborda la cuestión del desempleo entre la juventud gitana de entre 16 y 30 años de edad. A través de una asociación público-privada, el programa combina la formación teórica y práctica con el objetivo de acabar con los estereotipos y los prejuicios contra los gitanos en las empresas que participan en la iniciativa y de hacer frente a la exclusión social de manera más general.
La fundación espera llevar esta iniciativa a un mayor número de gitanos mediante la participación de empresas de sectores distintos de los tradicionales que ya colaboran en el proyecto, como la atención al cliente, la hostelería y la restauración.
La otra organización española preseleccionada es la Fundación Villavecchia, favorita en la categoría relativa a Ucrania.
Su proyecto, el fondo de emergencia You are in a safe place (Te encuentras a salvo
), ha prestado asistencia a dieciséis pacientes jóvenes con cáncer y a sus padres desde que llegaron a Barcelona en marzo de 2022.
A raíz de la brutal invasión de Ucrania por parte de Rusia, esta organización internacional trasladó a niños ucranianos enfermos de gravedad para alejarlos de los horrores de la guerra y llevarlos a un lugar seguro donde continuar su tratamiento.
Uno de esos lugares es Barcelona, donde la fundación se ha cerciorado de que obtengan una atención humanitaria, sanitaria, social y psicológica integral y se ha esforzado por darles a estos jóvenes pacientes ucranianos y a sus familias la mejor calidad de vida posible.
Los otros dos proyectos finalistas en la categoría 1 (Juventud) son, por orden alfabético:
Associazione Agevolando (Italia)
Esta asociación defiende los derechos y el bienestar de los menores y de los jóvenes que han pasado una parte o la totalidad de su infancia en centros de acogida o de atención residencial y que deben ser independientes tras alcanzar la mayoría de edad. Su iniciativa, Care Leavers Network Italia (red italiana de jóvenes no tutelados
), es una red informal a escala nacional de jóvenes con una edad comprendida entre los 16 y 26 años, que conocen el sistema de la tutela. Sus principales objetivos son impulsar las oportunidades de intercambio y aprendizaje.
Movimento Transformers (Portugal)
Superpower School (Escuela de Superpoderes
) es un programa de voluntariado en el que los tutores imparten clases semanales a aprendices, principalmente niños y jóvenes en riesgo de exclusión social. A través del mismo, la juventud descubre sus talentos en ámbitos como la cocina, las artes marciales, la fotografía y la escritura creativa y desarrolla capacidades que le permita erigirse como agente del cambio y devolver lo aprendido a su comunidad para transformarla positivamente.
Los otros dos proyectos finalistas en la categoría 2 (Ucrania) son, por orden alfabético:
Asociatia SUS INIMA (Rumanía)
Hasta la fecha, la ONG SUS INIMA ha prestado ayuda a más de 21 000 refugiados ucranianos. Más allá de su labor habitual de apoyo a pacientes con cáncer, esta ONG ha desarrollado varias iniciativas para ayudar a los refugiados ucranianos, que van desde las actividades escolares y la búsqueda de empleo hasta la prestación de apoyo psicológico y terapéutico. Ello ha posibilitado que las familias ucranianas se integren sin problemas en la sociedad rumana, ya que han desarrollado un sentimiento, tanto físico como mental, de pertenencia y seguridad.
Asociación de Scouts de Polonia (ZHP) (Polonia)
La mayor organización polaca de educación juvenil informal, Związek Harcerstwa Polskiego [Asociación de Scouts de Polonia
, (ZHP, por sus siglas en polaco)], se movilizó para prestar ayuda al pueblo ucraniano desde que comenzara la guerra. Los voluntarios y voluntarias de la ZHP han estado presentes en los pasos fronterizos trasladando a los civiles a lugares seguros, proporcionándoles información, recogiendo y transportando donaciones y organizando patrullas fronterizas
con experiencia en primeros auxilios. Su principal foco de atención son los niños ucranianos, para los que recogen juguetes, a los que prestan apoyo psicológico y a los que incluyen en actividades de escultismo.
En relación con el premio, Cillian Lohan, vicepresidente de Comunicación del CESE, declaró:El Premio Sociedad Civil del CESE de este año galardona dos causas para celebrar tanto la respuesta de la sociedad civil a la guerra en Ucrania como los esfuerzos notables que se están llevando a cabo para crear un futuro mejor con y para la juventud en Europa.
Las solicitudes que hemos recibido ponen de relieve la excelente labor que se está realizando en ámbitos como la educación, el clima, el emprendimiento, la integración social y la ayuda humanitaria».
El CESE abrió la convocatoria para la presentación de candidaturas al premio en junio. Con ocasión del Año Europeo de la Juventud, la primera categoría del premio del CESE va dedicado a la juventud, con vistas a poner de relieve que es capaz de contribuir a la configuración del futuro de Europa cuando se le conceden las oportunidades adecuadas. Tras las manifestaciones de solidaridad y compasión nunca vistas de la sociedad civil europea por mor de la difícil situación que atraviesa la población ucraniana —que ha pagado y sigue pagando el precio más elevado de la agresión rusa—, la segunda categoría del premio recompensa los proyectos destinados a ayudar a los civiles que sufren como consecuencia de la guerra.
El premio, que este año celebra su decimotercera edición, galardona los proyectos sin ánimo de lucro que llevan a cabo particulares, empresas y organizaciones de la sociedad civil. Cada año se elige un tema diferente que cubre un ámbito importante de la actividad del CESE. La dotación del premio y el reconocimiento que reciben deberían ayudar a los galardonados a ampliar sus proyectos y a ser de mayor ayuda en la comunidad.
En 2021, el premio recompensó proyectos climáticos que promueven una transición justa. En 2020, a título excepcional, el CESE sustituyó su Premio Sociedad Civil por un Premio Solidaridad Civil, dedicado a la lucha contra la COVID-19. Otros temas anteriores fueron la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, las identidades europeas y el patrimonio cultural, y la migración.