El CESE apoya el plan de acción de la UE para las baterías elaborado por la Comisión Europea, pero señala que debe intensificarse y aplicarse rápidamente.

El riesgo de que grandes sectores de la industria automovilística europea trasladen su producción a regiones próximas a las unidades de producción de células de baterías, en su mayoría asiáticas, es real. En el Dictamen elaborado por Colin Lustenhouwer y aprobado en el pleno de julio, el CESE muestra su apoyo al Plan de acción estratégico para las baterías de la Comisión Europea, pero advierte de que debe reforzarse y aplicarse rápidamente para evitar el posible traslado de las fábricas europeas de automóviles fuera de la UE.

«Hay mucho en juego. Hablamos de los puestos de trabajo de unos trece millones de trabajadores europeos del sector», afirmó el Sr. Lustenhouwer. «Hay claramente una sensación generalizada de urgencia entre los responsables políticos, los científicos y las empresas. Se dan cuenta de que es tarde, incluso demasiado tarde. Necesitamos baterías eficaces, seguras y respetuosas con el medio ambiente».

Hoy en día, no podemos imaginarnos nuestra vida diaria sin baterías. Por el momento, la UE va a la zaga tanto en cuanto a desarrollo como a producción y depende de terceros países, en particular Asia. El primer informe de situación de la Comisión sobre la ejecución del Plan de acción estratégico para las baterías, publicado en abril de 2019, señala que se han puesto en marcha numerosas medidas para garantizar que la Unión Europea cuente con una importante industria de baterías. No obstante, aún queda mucho por hacer dentro de la UE en los próximos años para desarrollar el sector, especialmente en materia de inversiones e innovación. (mp)