Lograr un desarrollo urbano y rural sostenible y equilibrado, clave para el bienestar de las ciudadanas y ciudadanos de la UE, afirma el CESE

El CESE pide a los responsables políticos que apliquen una estrategia global y holística que favorezca un desarrollo rural y urbano equilibrado, cohesionado, equitativo y sostenible. Esto requerirá aprovechar el papel de las comunidades locales, impulsar las industrias tradicionales y crear nuevas actividades económicas y oportunidades de empleo en las zonas rurales, fomentando al mismo tiempo las sinergias con las zonas urbanas. El Dictamen aprobado sobre este tema contribuirá a la aplicación de la visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE presentada el pasado mes de junio por la Comisión.

En presencia del comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, que asistió al pleno del Comité el 21 de octubre, la presidenta del CESE, Christa Schweng, recordó que desde hace años el CESE insiste en la necesidad de reducir la brecha de desarrollo entre las zonas rurales y urbanas.

Tenemos que garantizar que ninguna zona ni sus habitantes se queden atrás en la transición justa hacia una Unión Europea climáticamente neutra, sostenible y próspera, sostuvo la Sra. Schweng. Como quedó demostrado durante la crisis de la COVID-19, las zonas rurales de la UE desempeñan un papel fundamental a la hora de proporcionar estabilidad económica mediante la prestación de servicios cruciales como la producción de alimentos. No obstante, siguen estando rezagadas y, en los últimos años, la agenda política les ha prestado cada vez menos atención, en comparación con las ciudades y zonas urbanas.

Dada la función vital que desempeñan, el CESE destaca la necesidad urgente de actuar de inmediato y aplicar un cambio de paradigma para las zonas rurales, teniendo en cuenta que representan casi el 30 % de la población de la UE y más del 80 % de su territorio.

El Sr. Wojciechowsk señaló que con la visión a largo plazo, la Comisión Europea intenta facilitar decisiones políticas que adopten una visión a largo plazo de los retos y oportunidades y que tengan en cuenta la gran complejidad de las zonas rurales europeas y toda la diversidad de opiniones y voces dentro de las comunidades rurales. Por esta razón, son tan importantes tanto la participación del Comité Económico y Social Europeo como la amplia gama de voces que ustedes representan. Si compartimos esta visión, y compartimos también el trabajo necesario para hacerla realidad, creo que podemos confiar en llevarla a cabo con éxito.

Igualar las condiciones entre las comunidades rurales y el entorno urbano

Los desafíos que afrontan las zonas rurales (cambio demográfico, despoblación, brecha digital, bajos niveles de ingresos, acceso limitado a ciertos servicios, necesidad de mejores perspectivas de empleo e impactos específicos del cambio climático) solo pueden abordarse desde una perspectiva territorial integral y renovada que avance en busca de una relación recíproca y complementaria de desarrollo entre las zonas rurales y urbanas.

En su Dictamen Hacia una estrategia integral para un desarrollo urbano y rural sostenible, el CESE formula varias recomendaciones basadas en la participación de múltiples partes interesadas y un enfoque «ascendente», que son ingredientes clave para garantizar la sostenibilidad y la apropiación local de las políticas rurales.

Piroska Kállay, coponente del Dictamen, afirmó que la oferta de empleo, formación y vivienda debe reflejar y aprovechar los recursos naturales rurales, creando a la vez oportunidades de negocio innovadoras. Es fundamental promover el trabajo digno y mejorar las condiciones de trabajo en las zonas rurales. Todas las voces responsables deberían formar parte de este proceso de mejora, por ejemplo, mediante los parlamentos rurales: hemos de garantizar la democracia participativa.

Son esenciales la coordinación transversal y las políticas adaptadas

Todas las políticas en este ámbito deben ser coherentes y complementarias con las estrategias europeas como el Pacto Verde Europeo, la Estrategia «De la Granja a la Mesa» y la Estrategia sobre Biodiversidad, así como con la nueva estrategia industrial, que define al sector agroalimentario como uno de los ecosistemas estratégicos clave de la UE. Experimentar con nuevas formas de cooperación urbano-rural no es solo un requisito previo sino también una oportunidad para lograr una transición justa y un desarrollo sostenible territorialmente equilibrado.

Es esencial avanzar hacia un enfoque integrado de la acción y la financiación en las diversas políticas que tienen un impacto en las zonas rurales, con el objetivo de lograr el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos, afirmó el ponente Josep Puxeu Rocamora. También es necesaria una oferta suficiente de servicios, vivienda, energía, ocio, enseñanza y formación, aprendizaje permanente y sistemas sanitarios de buena calidad para garantizar que las zonas rurales no solo sean sostenibles, sino también atractivas para vivir. La calidad de vida en el mundo rural se medirá por el aumento del número de jóvenes y de nuevas iniciativas que proporcionen empleos de calidad y bien remunerados, concluyó.

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Dealing with sustainable and balanced rural and urban development the key to EU citizens' well-being, says EESC