EESC calls for a swift but gradual transition to a sustainable economy involving whole of society

La Unión Europea se ha comprometido en los acuerdos internacionales a trabajar en pro de una economía hipocarbónica, más sostenible y más eficiente en el uso de los recursos, así como de objetivos sociales, como en la reciente declaración de Gotemburgo sobre el pilar europeo de derechos sociales. Financiar estos compromisos en favor de un crecimiento sostenible, teniendo en cuenta criterios ambientales, sociales y de gobernanza («criterios ASG»), constituye un enorme desafío en materia de inversión que supera las capacidades de financiación pública y requerirá recursos adicionales.

El Comité Económico y Social Europeo (CESE) considera que los Estados miembros deben crear un marco europeo común sobre sostenibilidad a fin de garantizar el apoyo del sistema financiero durante la transición. Por este motivo, apoya firmemente el Plan de Acción de la Comisión Europea para financiar el crecimiento sostenible y las propuestas legislativas derivadas de él.

«El marco propuesto es un factor importante para recuperar la confianza en los mercados y conectar el ahorro con —y reorientar los flujos de capital hacia— las inversiones sostenibles en la economía real.» Es lo que defiende Carlos Trias Pintó, ponente del CESE para las finanzas sostenibles y las obligaciones de los inversores institucionales y los gestores de activos en materia de sostenibilidad. Espera que las pymes y los proyectos de infraestructuras verdes y sociales se beneficien de recursos complementarios de financiación.

En un paquete de tres dictámenes sobre las propuestas de la Comisión, el Comité recomienda un enfoque rápido pero gradual para aplicar el Plan de Acción, habida cuenta de la complejidad de la transición hacia una economía sostenible. Las partes interesadas necesitan tiempo para adaptarse a la nueva situación.

Aunque los dictámenes del CESE reconocen el papel fundamental de los agentes financieros en la transición, el Comité subraya que es necesario implicar al conjunto de la sociedad. «Es necesario que todos aúnen esfuerzos, incluidos los agentes del sector financiero, las empresas, los ciudadanos y las autoridades, a fin de establecer un sistema viable», afirma Trias Pintó.

La taxonomía de la sostenibilidad y los índices de referencia son un buen punto de partida para futuras medidas

Para el CESE, es conveniente iniciar la transición hacia una economía más sostenible mediante el establecimiento de una taxonomía de la sostenibilidad europea, así como índices de referencia de bajo impacto carbónico. La taxonomía debe ser dinámica y basarse en una definición clara de los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Se debe permitir, entre otras cosas, la asignación de los productos financieros en relación con los aspectos de sostenibilidad, para facilitar a los inversores finales información pertinente y comparable.

Daniel Mareels, ponente del CESE sobre taxonomía e índices de referencia, considera que la taxonomía propuesta es una buena base para la actuación futura, y que será fundamental tener un enfoque común sobre la sostenibilidad. A su juicio, «una taxonomía europea buena y con una aceptación general debe sustituir a los enfoques fragmentados nacionales existentes. En la medida de lo posible, debe basarse en los marcos internacionales actuales.»

Dado que el papel de las empresas será fundamental para la transición hacia una economía sostenible, la taxonomía debe tener en cuenta cómo la aplicarán. Asimismo, debe elaborarse teniendo en cuenta las diferencias entre los sectores y el tamaño de las empresas y aspirar a una aplicación viable, tanto a nivel local como internacional. «Es fundamental que la taxonomía aporte seguridad, claridad e idoneidad práctica», señala Daniel Mareels.

Para el ponente Carlos Trias Pintó, el objetivo final debe ser «promover la taxonomía en todo el mundo e incorporarla al Derecho de la UE de manera uniforme y simultánea en todos los Estados miembros». Deben introducirse medidas para garantizar que se revisa y actualiza periódicamente.

Los factores sociales y de gobernanza deben seguir a los factores ambientales

Aunque el CESE está de acuerdo en comenzar con la configuración e introducción de un número limitado de ámbitos y obligaciones legales, comenzando con los factores ambientales, acoge con satisfacción la introducción de garantías mínimas en materia social y de gobernanza desde el principio. A continuación, sería importante ampliar la taxonomía y las obligaciones legales a los objetivos de sostenibilidad social y gobernanza paso a paso en el futuro.

Las obligaciones fiduciarias conducirán a una mayor transparencia

El CESE acoge con satisfacción la propuesta de obligaciones fiduciarias para los agentes financieros, previendo la inclusión de los criterios ASG en sus actividades al tener que preguntar a sus clientes por las preferencias en materia de sostenibilidad y facilitar información pertinente a los inversores finales. Ello permitirá que estos últimos armonicen sus decisiones de inversión con sus preferencias en materia de sostenibilidad, a partir de información de alta calidad, clara y comparable.

Comunicación y oportunidad — Factores clave para aplicar el Plan de Acción

El paquete de dictámenes del CESE también llama la atención sobre la importancia esencial de la comunicación para el éxito del Plan de Acción. Una estrategia de comunicación adecuada que incluya a todas las partes interesadas y el público en general debe complementarse también con una educación financiera obligatoria para garantizar que las personas comprenden este nuevo enfoque de sostenibilidad.

Por último, el Comité destaca el potencial de la inteligencia artificial para alinear las preferencias de los inversores con el destino de las inversiones e insta a los colegisladores a adoptar rápidamente las tres propuestas legislativas del Plan de Acción.