La supervivencia del sector europeo de las tecnologías marítimas depende de que la UE adopte una posición firme

En su dictamen el CESE aboga por una política industrial y manufacturera sólida basada en la reciprocidad

«La Comisión Europea tiene que adoptar una política industrial y manufacturera sólida, basada en la reciprocidad, que permita al sector europeo de las tecnologías marítimas sobrevivir a la competencia de los astilleros asiáticos», advirtió Marian Krzaklewski, ponente del dictamen del CESE sobre la estrategia LeaderSHIP 2020, aprobado en el pleno del 19 de abril. 

El CESE exhorta a la Comisión a que intensifique las medidas de despliegue de la estrategia LeaderSHIP 2020 y formule recomendaciones clave para la nueva estrategia del sector (LeaderSHIP 2030).

«A Europa le hace falta un planteamiento específico para la industria de la construcción y el equipamiento naval. Al igual que hacen China, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, los responsables europeos de la toma de decisiones deberían tratar a esta industria como un sector estratégico de la economía europea», subrayó el coponente Patrizio Pesci.

Este planteamiento debe incluir una serie de elementos:

  • un acuerdo completo de la OCDE que determine los principios del control de las subvenciones y, en su caso, de la disciplina de precios;
  • reciprocidad entre Europa y terceros países como el principio rector de las negociaciones comerciales, tanto bilaterales como multilaterales;
  • un instrumento financiero específico que aumente la inversión en un sector que requiere mucho capital, etc.

El sector europeo de las tecnologías marítimas es un sector estratégico fundamental para Europa pero afronta numerosas dificultades, en especial las derivadas de las políticas proteccionistas de sus competidores del este asiático.

Unos 300 astilleros europeos emplean directamente a más de 200 000 personas, y su volumen de negocios anual es de aproximadamente 31 000 millones de euros. Alrededor de 22 000 empresas grandes, pequeñas y medianas producen y suministran material naval, con un volumen de negocios anual de unos 60 000 millones de euros. Emplean directamente a más de 350 000 personas y su cuota del mercado global gira en torno al 50 %. (sma)