por el Grupo de Empresarios del CESE
 
La crisis del coronavirus es el mayor desafío al que se ha enfrentado la UE desde su creación Estamos ante una situación extremadamente difícil para los Estados miembros, las empresas y los ciudadanos de la UE. No obstante, la UE tiene la oportunidad de demostrar una vez más su valor y cumplir sus obligaciones, ayudando a los países de la UE a recuperarse de la crisis económica resultante.

Para ello, necesitamos medidas económicas extraordinarias y sin precedentes, así como una solidaridad europea de carácter verdadero e incondicional. «Es el momento de un liderazgo firme y una actuación unánime y valiente por parte del estamento político europeo», señaló Stefano Mallia, vicepresidente del Grupo de Empresarios. Nuestros ciudadanos y, en definitiva, la Historia, nos juzgarán por lo que hagamos o dejemos de hacer en este momento tan decisivo.

Es imperativo mantener los puestos de trabajo en toda la UE. Cuantas más empresas sobrevivan a estos tiempos difíciles, menos gente perderá su trabajo o requerirá ayuda del estado. Los empresarios consideran que el instrumento europeo de apoyo temporal (SURE), propuesto por la Comisión Europea con la finalidad específica de proteger los empleos y las personas que trabajan, será esencial para mitigar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia del coronavirus. Los Estados Miembros que prevean gastos extraordinarios debidos a la reducción de jornada o la adopción de medidas similares tendrían que recibir el apoyo del instrumento SURE.

Un fondo específico para el coronavirus representaría una reserva de emergencia de la UE para proporcionar el máximo apoyo financiero posible a la reactivación de la economía europea una vez superada la emergencia sanitaria. Todos los Estados miembros deberán poder acceder en igualdad de condiciones a este fondo, que habría de encaminarse, ante todo, a evitar la quiebra de empresas, así como a ayudar a las empresas europeas y los trabajadores autónomos a resurgir en el plazo más breve posible.

Si bien los Estados Miembros han de hacer todo lo posible por luchar contra las consecuencias devastadoras de la propagación del coronavirus, estas medidas no deberán limitar la libre circulación de mercancías. Es de suma importancia proteger el mercado único y asegurarnos de que funciona plena y correctamente. Además de proteger la salud de sus ciudadanos, los Estados miembros deben prestar especial atención al establecimiento de corredores verdes que permitan la libre circulación de mercancías a lo largo y ancho la Unión. Una vez superada la emergencia, la reactivación del mercado único deberá ser una piedra angular de la recuperación europea. (lj)