Estimados lectores:
Mi mandato está llegando a su fin. Como presidente del Comité Económico y Social Europeo, quisiera aprovechar la oportunidad que me brinda este último editorial para recordar los momentos más significativos de la actividad y los trabajos del CESE en estos dos años y medio.
En el contexto de una opinión pública cada vez más crítica con Europa, este periodo se ha caracterizado por la voluntad del Comité de ampliar y profundizar sus consultas a la sociedad civil europea, para garantizar que las posiciones que expresa reflejan realmente toda la diversidad de esta sociedad.
Desde el primer ciclo de misiones, realizadas en los países más afectados y en el punto álgido de la crisis migratoria, con objeto de arrojar luz sobre el papel desempeñado por la sociedad civil en la acogida de refugiados y migrantes y revelar sus necesidades (2015-2016), hasta los 28 grandes debates sobre el futuro de Europa celebrados en todos los Estados miembros (2017), pasando por las consultas sistemáticas sobre el pilar europeo de derechos sociales (2016), todos estos esfuerzos ponen de manifiesto la voluntad del CESE de acercarse a los ciudadanos para hacer oír su voz en Bruselas.
Todo el trabajo realizado, tanto por separado como en diálogo con la Comisión, para devolver a la Iniciativa Ciudadana Europea todo su poder —el de establecer la agenda europea— y evitar que pierda todo su significado, va en la misma dirección. Al seguir pidiendo a la Comisión Europea, año tras año, que reforme las normas de esta iniciativa para ofrecer a los ciudadanos un instrumento más eficaz y brindar a los organizadores de iniciativas la oportunidad de expresarse en sus plenos, el CESE ha querido trabajar por una Europa más abierta a las peticiones de sus ciudadanos.
Este es el enfoque que defiendo frente a las críticas, destacando que esta Unión es, sin duda, imperfecta, pero que sigue siendo la mejor garantía de paz y prosperidad para nuestro continente. Su disolución y el restablecimiento de las fronteras también significarían la vuelta de los conflictos. Por lo tanto, debemos protegerla y seguir trabajando para mejorarla. Con mi trabajo, espero haber contribuido a enriquecerla.
Al pasar el testigo a mi sucesor, le deseo un excelente mandato al frente de una institución que se dispone a celebrar su 60.º aniversario con la vista puesta en el futuro.
Georges Dassis
Presidente del CESE
Estimados lectores:
Mi mandato está llegando a su fin. Como presidente del Comité Económico y Social Europeo, quisiera aprovechar la oportunidad que me brinda este último editorial para recordar los momentos más significativos de la actividad y los trabajos del CESE en estos dos años y medio.
En el contexto de una opinión pública cada vez más crítica con Europa, este periodo se ha caracterizado por la voluntad del Comité de ampliar y profundizar sus consultas a la sociedad civil europea, para garantizar que las posiciones que expresa reflejan realmente toda la diversidad de dicha sociedad.
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