por el Grupo de Empresarios del CESE

La comunidad empresarial tiene que hacer oír su voz de forma alta y clara en la campaña electoral europea. Las organizaciones de empresarios no deberían hacer hincapié tan solo en sus necesidades y expectativas para la próxima legislatura del Parlamento Europeo, sino también en los beneficios que supone la Unión Europea para sus actividades y para la vida cotidiana de las personas. Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden del debate que tuvo lugar en febrero durante la reunión del Grupo de Empresarios del CESE con los representantes de BusinessEurope, la Unión Europea del Artesanado y de la Pequeña y Mediana Empresa (UEAPME) y el Centro Europeo de Empresas Públicas y de Servicios Públicos (CEEP).

«La digitalización, la ecologización de la economía y el acceso a personal cualificado y a tecnología asequible son percibidos por las pymes como los mayores desafíos en los que requieren del apoyo de la UE», declaró Veronique Willems, secretaria general de la UEAPME. La organización considera más eficaz una política horizontal para las pymes que un enfoque sectorial.

«Tenemos que ayudar a la gente a darse cuenta de que el estilo de vida europeo es el mejor del mundo, y que esto hay que agradecérselo a la UE. Se trata de una responsabilidad colectiva de toda la comunidad empresarial», afirmó Markus Beyrer, director general de BusinessEurope. Su organización participa, a través de sus miembros, en campañas para aumentar la participación electoral tanto a nivel europeo como nacional.

Las prioridades del CEEP se centran en tres «D»: la digitalización, la descarbonización y una demografía cada vez más envejecida. «Estas tres tendencias marcan todas nuestras actividades, y son ámbitos donde aún podemos trabajar más juntos», señaló Valeria Ronzitti, secretaria general del CEEP. (lj)