El futuro no espera: la sostenibilidad empieza por uno mismo
Estimados lectores:
En agosto de 2018 Greta Thunberg iniciaba su huelga escolar y, poco después, muchos otros jóvenes de toda Europa se unían a su protesta en contra de la reticencia de la UE y de sus Estados miembros a emprender acciones audaces contra el cambio climático.
Este genuino compromiso de los jóvenes me hace ser optimista sobre la posibilidad de que en Europa pueda surgir un amplio movimiento de acción por el clima. Con su protesta, Greta ha demostrado que una persona sola puede marcar una gran diferencia.
¿Pero cuán grande sería la diferencia si todos nosotros nos uniéramos a ella? ¿Si todos y cada uno de los ciudadanos europeos empezasen por ellos mismos? Todos podemos hacer más, ya que tenemos la obligación moral y la responsabilidad de hacer más: por nosotros mismos y por las generaciones futuras.
Greta Thunberg, por ejemplo, ha viajado en tren (de Suecia a Bruselas, de Bruselas a París, de París a Hamburgo, etc.), y también lo ha hecho de vuelta a casa. Es un buen ejemplo de cómo llevar una vida sostenible. Todos podemos convertirnos en un modelo para dar ejemplo de cómo cuidar nuestro medio ambiente, nuestro planeta. Hemos de reflexionar sobre nuestros hábitos y comportamientos como consumidores y pensar: ¿cómo podemos reducir nuestra huella de carbono? ¿Cambiando nuestros hábitos de consumo, lo que comemos o cómo nos desplazamos de un lugar a otro? ¿De qué otro modo? La sostenibilidad empieza por uno mismo.
Pero al mismo tiempo tenemos que actuar de manera concertada a nivel europeo. Cabe imaginarse lo que la Unión Europea en su conjunto puede lograr si aúna sus fuerzas —de palabra y de obra—, ya sea en la investigación o en unos sistemas inteligentes de transporte y energía, en su industria agraria y alimentaria, y, por último, haciendo de la sostenibilidad el centro de sus decisiones políticas y de sus acuerdos de libre comercio.
Contamos con ejemplos extraordinarios, personas en toda Europa con grandes ideas y un compromiso firme. Recientemente pudimos darnos cuenta de ello en nuestro acto La sociedad civil por la «rEUnaissance» y en la conferencia sobre la economía circular.
El reto que tenemos hoy en día es disociar el crecimiento económico del (exceso de) consumo de recursos naturales.
Hago un llamamiento a tantos ciudadanos comprometidos: empresarios, ingenieros, profesionales, inversores, familias, generaciones jóvenes y de más edad, para que contribuyan y trabajen juntos en el desarrollo de una civilización sostenible, tanto en Europa como en el resto del mundo.
En nuestras manos está votar por una Europa cooperativa, sostenible y unida en mayo de 2019. Debemos votar por una democracia participativa, en la que los ciudadanos europeos y la sociedad civil organizada hagan oír su voz, no solo el día de las elecciones, sino todos los días, porque los desafíos futuros no pueden afrontarlos únicamente los políticos, sino que requieren la participación de la sociedad civil en su conjunto.
Luca Jahier
Presidente del CESE
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